Barcelona y la LUZ
Hace más de dos mil años, según zahoríes romanos, en esta bárcena llena de colinas donde se erige la actual ciudad de Barcelona, y en una en particular, Mont Taber, existían las condiciones telúricas idóneas para plantar un campamento romano y con el tiempo, edificaciones, murallas y un templo dedicado a Augusto o, de forma más encubierta, en honor a Jupiter, al igual que Montjuic, monte dedicado a esta próspera deidad. (Más adelante se conocerá como Monte de los Judíos).
El plano de la ciudad romana curiosamente es un octógono, aunque alargado, forma geométrica con mucha carga simbólica que más tarde los Templarios usaron en las plantas de muchas de sus construcciones o en los cimborrios de sus iglesias.
Lo más llamativo es que en el mismo lugar se ha mantenido el culto espiritual durante estos 2000 años. La actual ubicación de la Catedral ha sido un templo dedicado a Júpiter, una iglesia visigoda, brevemente una mezquita, pasando por el estilo románico y hasta nuestros días ha llegado como Catedral Gótica medieval construida sobre los fundamentos de la Geometría Sagrada por masones y templarios.
Otro indiscutible rayo de luz es la Sagrada Familia. Indistintamente si Gaudí fuera un beato o un masón, su obra es un diamante en el corazón de Barcelona, rebosante de simbología alquímica que emana una magia tal que ni el más ateo puede escapar de su influjo.
Una ciudad custodiada y bendecida por la Montaña de Montserrat, capítulo extenso en lo que a lugares mágicos se refiere… No hay iglesia que se precie donde no se halle un recordatorio de esta “Virgen Negra encontrada en una cueva”, otro gran enigma alquímico de aquellos a los que te lleva la serpiente si la sigues.
En tiempos modernos, hubo momentos de esplendor masónico como en el S.XIX y otros momentos en que Barcelona ha estado adormecida, apagada y oscurecida… Pero una ciudad es un ente vivo y renace de sus cenizas y hubieron acontecimientos que la despertaron cual Bella Durmiente e hicieron que el mundo se fijase en ella; la celebración de los Juegos Olímpicos del 92 marcó un importante momento de inflexión; fue un momento ¡tan luminoso!
Y aquí sigue esta bella ciudad caminando entre sus luces y sus sombras, pero destinada a ser foco de Luz, si nosotros, los Hijos del Cielo y de la Luna, como nos llamaban los antiguos cabalistas del medievo, los que la habitamos y la amamos, si así lo deseamos, así será.
Me gustaría saber recorridos y precios.
Gracias